Siento el néon
rozando mi piel,
intento saber
¿quién es? ¿quién fui? ¿quién soy?
Quiero beber,
perder el sabor,
destilar el dolor...
que me impide seguir.
Universo...
que me da tu calor,
que se va sin corazón.
Quiero que me lleve dentro.
Y en silencio
llorará mi adiós.
Volverás, constelación,
y sentir el universo...
sobre mí.
Pídote perdón
si no supe ver,
si no pude volver,
universo a ti.
Estrella murió...
perdió su querer
y no entiende por qué.
Su sol no le quiere decir.
¡Uh! Es el miedo...
que me da su calor,
que se va sin corazón.
Quiero que me lleve dentro.
Y en silencio...
llorarás mi adiós.
Volverás, constelación,
y sentir el universo...
en mí.
Y sentir el universo...
en mí.
Lo admito: me gusta mucho. No puedo evitar sentir algo parecido a la serenidad al escucharlo.
De repente ya no me siento fuera de lugar, sino que creo que estoy en el lugar correcto, siendo útil y necesaria en un aspecto u otro. Es una sensación inusual pero interesante.
¿Será la canción o el otoño, que hace mella en mi estado de ánimo de forma positiva?
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