Canales infantiles que promueven las drogas, la incultura, conductas que rayan la autodestrucción, bandas y modas urbanas que no se entienden y promueven un alto índice de estupidez humana, ídolos infantiles que se venden como muñecas para más tarde jugar a ser prostitutas, perder la pureza y la inocencia como última tendencia, fumar porque "queda bien".
El futuro de los pequeños pende de un hilo muy fino que pronto se va a romper.
Escupo en la televisión, en los juguetes, en actores juveniles que esconden una segunda cara, en niños que juegan a ser mayores sin serlo, en los malos gustos que se desarollan a una velocidad de vértigo.
¿Es esto el fin?
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