SafeCreative

SafeCreative
Todos los derechos reservados

sábado, 24 de abril de 2010

Contarlo todo


Hay partes de ti misma que te encantaría hacer desaparecer. Cosas que pensaste que estarían bien y que lo arreglarían todo de un sólo... movimiento. Luego te cojen, te miran con ojos desorbitados y te das cuenta de que sólo querías llamar la atención.

Pero una parte de ti, muy pequeña, enana, quiso que lo probarás, por saber si... En fin, si todo sería más llevadero, más fácil.


...


Contarlo todo. Yo... no lo sé.

No, sabes que no lo has hecho.

Lea me mira acusadora.

¿Se lo contarás?

Cath se ríe a mi costa.


Iros un poco a la mierda las dos, ¿queréis?


Hay cosas que no contarías a nadie por miedo a hace daño... pero que en el fondo quieres expresarlas, no por desahogarte, sino por ser sincera. Para que, por una vez, no ser tan increíblemente falsa.

No obstante, ni siquiera sé si debería.

Al fin y al cabo, era muy pequeña e inexperta. No era como ahora, que puedo meditar bien lo qué ocurre y no tomar, necesariamente, decisiones drásticas.

Incluso las personas que saben que una vez estuviste a punto de hacer algo extremo siendo tan pequeña, ya no se acuerdan. Porque está claro que los malos recuerdos hay que bloquearlos, no es preciso recordarlos.


Ya me lo decían los mayores... No juegues con cuchillos, C.

23 de abril


Echo de menos a Lea, echo de menos a Cath, echo de menos quedarme en casa escribiendo sin parar hasta que me duelan las puntas de los dedos de tanto teclear... Hasta que el teclado eche humo... de puro agotamiento.


Dentro de poco voy a pegarme un tiro de tanto estudiar. ¡Puaj...!


...


¿St Jordi? Me encanta éste día, repleto de rosas, libros y rojo oscuro por todas partes, con la cultura flotando por el ambiente... Es el único día en el que puedes desaparecer entre palabras sin que te miren con ojos raros, observando.



Pero la gente da asco; eso siempre.

Uy, ¡ahí está Lea!


miércoles, 14 de abril de 2010

Y ella dijo...


"Te quiero"

"No te olvidaré"

"Sabes que no miento"

"Me conoces"



¡Ja!





No digas te quiero porque ni siquiera me apreciaste, me olvidaste con facilidad, me mentiste a diario y jamás te conocí.

...

...

Pero adivina... ¿sabes qué?

Yo tampoco te aprecie, también te olvidé, te mentí a cada segundo y jamás me conociste de verdad. Porque no te lo permití, porque sabes que no soy fácil y sabes que sé lo que quiero. Tengo las cosas muy claras... y las sigo teniendo.

Esperaba la patada, el último mensaje, la última sonrisa, el último abrazo... Como siempre, ha pasado y no me ha sorprendido. Por eso ahora me río, me burlo y te ignoro hasta la saciedad.



Y así sigue, creciendo mi misantropía y mi aversión hacia la gente, incluyéndome a mí misma.



Si alguna vez nos cruzamos las caras, me abrazas y me sonríes como si nada, es muy posible que notes la punzada de repugnancia, el sarcasmo de mi palabra y el vacío de mi mirada.
No te sorprendas por ello, ¿vale?

jueves, 8 de abril de 2010

El nacimiento de Lea

Vuelvo a ser yo: crítica misántropa. Fortia para Lea, por si alguien siente interés sobre el nombre que ella me ha asignado. Parece que Lea tiene un peculiar sentido el humor, ya que Fortia, en latín, significa "fuerte".

...

A esa chica no hay quién la entienda.





Me vi envuelta en sombras tras ser apuñalada. Cuando cayó la sangre, la palabra maldita se hizo veneno en mi boca. Fue como si, de repente, me trazaran un tatuaje con fuego candente en el pecho, justo dentro, en el corazón. Y éste sangraba, y sangraba, y sangraba... No paraba.

El dolor era insoportable. Y lloré, lloré, lloré, lloré... No podía parar.

Entonces, fue cuando la escuché:

"¿Qué demonios haces?"

Abrí los ojos de golpe, ajena a la realidad. Me quedé envuelta en un mundo de tinieblas, con sombras que parecían gritar, llorar, agonizar, desesperar. Aquello parecía una burda imitación del "Grito" de Munch. Observaba la niebla, que trazaba los rostros de mi familia, de mis conocidos, de mis amigos... sin ver nada en realidad. Porque yo ya sólo podía ver sangre, muerte, oscuridad y aquel cuerpo, cayendo al vacío...

"¿Cómo puedes dejar que te vean así? Eh, dime, ¿cómo puedes?"

Entonces, entre la niebla, una bruma tomó forma de mujer, de una chica joven. Era alta, mucho más que yo. Era delgada y, el rostro, anguloso y pálido, como toda ella. Llevaba la cabellera azabache completamente suelta, acunada por una brisa que era fría y cortante, la cual me hizo estremecer. Sus ojos, brillantes, dorados, eran los de un gato analizando una víctima. Y con los labios entreabiertos, finos, soltó:

"Ahora no puedes permitirte esto, ¿lo sabes? Esto solamente ha sido la gota que ha colmado el vaso, ¿lo sabías? Es hora de cambiar, C."

Como una autómata, la miré fijamente, perdida en mi patético y sangrante limbo.

"Ya es hora de que despiertes, es hora de que lo hagas pagar todo y lo sabes. Tooooda la vida siendo el cervatillo, la sonrisa, la bondad, la naturalidad y la confianza."

La chica despidió esas palabras como veneno. Sentí las tinieblas, cada vez más cerca. La niebla me envolvió en una humareda oscura como la noche misma. Allí, entre la noche y la sangre, me enamoré de las tinieblas y sus mentiras, de las máscaras y sus sonrisas, de las heridas y su pasado...

"Es el momento de demostrarte a ti misma que puedes forzarte un equilibrio, una fortaleza. No los necesitas y lo sabes, siempre lo has sabido. No temas la soledad, abrázala como una parte de ti. Ella puede protegerte."

La miré, confundida y comprensiva, sabiendo siempre que en el fondo había querido estar sola, amparada por las sombras.

"Se lo debes a él; te lo debes a ti misma."

Cuando le nombró, fue como una bofetada seca y sorda. Observé su recuerdo, la sangre, el corazón partido, la niebla y luego a los demás, ocultos tras máscaras con sonrisas torcidas. Y acepté el trato que me ofrecían las tinieblas con tanto ahínco. Acepté caer en mi misantropía y en mi engaño personal, dejándome llevar por mi máscara y por ella, siempre atenta.

Frente a mí, encontré un espejo roto y quebrado, con el reflejo de la joven dentro y yo con ella, con la mirada perdida y furibunda. Era mi mismo yo en otro ser disinto.

A ése ser, lo llamé Lea.



El dolor.

La fuerte.

La fatigada.

La mentirosa.

La misántropa.



La máscara por excelencia.







Y ahí sigue ella, mi antifaz, a pesar de que la herida se vaya curando poco a poco. Porque en el fondo, sé que no se debe mostrar a los fantasmas del pasado tan deprisa...





... Pueden destruirte.

miércoles, 7 de abril de 2010

CLC


Al habla Lea.

Fortia (C) no está, así que hoy escribiré por ella... pero no esperéis gran cosa de mí: Sólo puedo ofreceros mentiras, máscaras, sueños de niebla y un poco de misantropía.

Quién esperara una chica sociable y abierta, tan inocente como tantas otras que andan por ahí, ya pueden darse la vuelta y buscar en otra parte.

...

...

...

Me acabo de dar cuenta que yo no sirvo para escribir, que la que escribe es Fortia (C), no yo... así que aquí os dejo un poco de mi mundo para dejar aquí mi huella:



Poets of the fall - Carnival of rust


Respiras el nombre de tu salvador
en tu hora de mayor necesidad
y paladeas la culpa como si el sabor te avisara acerca de la avaricia?
De implicación, insinuación y enfermiza voluntad,
aguanta hasta que no puedas mentir
En todo éste tumulto,
antes de que un telón y
la rendición acierten a acabar en asesinato


Ven, alimenta a la lluvia
porque estoy sediento de tu amor
bailando bajo cielos de lujuria
Sí, alimenta a la lluvia
por que sin tu amor mi vida no es más que ésta feria de óxido.


Todo es un juego, evitando el fracaso, cuando los colores sangran
Todo en nombre de las malas conductas y todas las cosas que no necesitamos
Dejaré la lujuria para después, ningún desastre podrá tocarnos,
tocarnos nunca más
Y más que nunca, espero no caer jamás, donde lo bastante no es
lo mismo que fue antaño.


No te alejes, no te alejes, oh, cuando el mundo está en llamas...
No te alejes, no te alejes, oh, cuando el corazón anhela...



Tened cuidado: que no os coma la misantropía.