El agua, la tormenta
El agua puede viajar tranquila, serena, en paz... Se transporta entre hondas, lenta y mesuradamente, observando y conociendo el lago donde vive.
No obstante, puede crecer, tormentar, espantar, romper y destruir la más dura roca. Puede tratarse de la tormenta que devaste el acantilado y ahogue a las más poderosas llamaradas.
Es la muerte, la vida, el espíritu, la mente y el cuerpo.
Ah! El agua. Cuanto la echo de menos por aquí.
ResponderEliminarMe alegro de haberte hecho reír con mi visión de las mujeres. La verdad es que me sorprendió "oír tu risa clara como el agua de manantial"