Todo era perfecto. He acabado una nueva historia de forma satisfactoria, una de mis almas ha vuelto después de una despedida, disfruto de mi soledad, de las risas de series antiguas y ardo en deseos de empezar a leer una leyenda antigua más oscura y realista... que se identifica conmigo.
¿Por qué ahora de repente mi calma está temblando, avecinando... que va a hacerse trizas?
"He de hablar contigo pronto, ¡es muy importante! Besos."
Y luego esa pregunta comprometida.
¿Qué demonios le pasa al mundo? ¿Qué está sucediendo?
Ahora soy presa de los nervios, unos nervios que serán injustificados, inútiles, estúpidos. Sé que cuando sepa la causa de toda esta prisa y urgencia o bien me romperé en dos o me sentiré decepcionada... Eso es lo peor. Eso es lo peor de todo.
¿Por qué debo sentir esto?
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