Ahora nadie cabe en mi cabeza o en mi espacio. La realidad se presenta rutinaria y vacía, como siempre ha sido... e ignorando los tópicos sin dejarme influenciar por ellos, la necesito. Ansío desesperadamente ese día a día en que la rutina es mecánica.
Porque hay días en los que vale más no pensar.
Se extienden rumores, una vocecilla molesta te pregunta y te llama para saber, intenta hacerte ver que su preocupación por ti es sincera, te susurra cosas con poca base verídica... Pero nada importa. Nada tiene relevancia y lo sabes.
Sólo la noche, las charlas, tú, yo y lo que puede ser o será. La realidad te confunde porque quiere parecer lógica pero el subconsciente la traiciona abiertamente, mostrándote en sueños lo que verdaderamente deseas.
Y lo que quiero ahora es a ti.
Desconectar la mente, borrar por un rato los pensamientos obsesivos, las dudas, las penas...volver a conectarse y darse cuenta que nada a cambiado..pero almenos tu cerebro ha descansado.
ResponderEliminar;)
Cuidado con lo que deseas, podrías conseguirlo.
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