Dicen que son los humanos quienes, con toda probabilidad, causan más mal y más destrucción que el mismísimo Diablo. Y yo me lo creo, creo en ello con una sonrisa en los labios, una muy encantadora.
Sin embargo, cuando encuentras a un sujeto que se autodenomina malvado, te detienes a pensar y a prepararte en cómo intentará destruirte poco a poco. Te mentalizas en cuerpo y alma... E incluso, a pesar de ser inquietante, esperas sus jugadas con ilusión, con una pizca de emoción.
... Y te decepcionan, te decepcionan de forma patética.
¿Dónde quedan los malvados? ¿Dónde se esconden? ¿En qué terribles lugares se reúnen y confabulan contra el mundo, contra esa sociedad en su gran mayoría una mentira?
¿Dónde ha quedado ese Capitán Garfio que ensartaba su espada en piratas, secuestraba niños y luchaba imparable contra el único niño que jamás crecía? ¿Fue víctima del cocodrilo?
¿Dónde ha quedado esa reina vanidosa que se cepillaba y se adulaba frente a su espejito mágico, víctima de la envidia que la causaba una joven pálida de cabellera azabache? ¿Qué fue de su manzana borgoña, envenenada?
¿Dónde quedó la Reina de Corazones que perseguía a Alicia, acechándola para cortarle la cabeza? ¿Acaso se la cortaron a ella?
¿Dónde se ha quedado la madrastra y la hermanastra de Cenicienta, con sus trampas, mentiras y malos tratos? ¿Acabaron ellas también de sirvientas?
¿Dónde ha quedado esa malvada bruja que tomó la forma de un dragón y sumió a la Bella Durmiente en un profundo sueño obligándola a pincharse con una rueca? ¿Tal vez fue ella quien acabó soñando para siempre, sin la posibilidad de un beso?
¿Dónde ha quedado ese malvado brujo de Arabia llamado Yafar que pretendió robar al Genio y exigirle sus tres deseos legítimos, impregnados de destrucción y locura? ¿Fue atrapado dentro de la mágica lámpara?
¿Dónde quedó ese juez pecaminoso que provocó la soledad y la burla en Quasimodo e intentó lograr la posesión de Esmeralda para hacerla suya? ¿Buscó su Muerte y se avecinó por los muros de Nuestra Señora de París?
¿Dónde ha quedado esa bestia oscura y encorbada, que acosa entre los árboles y que, con dientes como perlas, hizo ademán de devorar a Caperucita? ¿El cazador, la abuela y Caperucita le devoraron a él?
Añoro a esos malvados... Fallaron, cierto, pero al menos actuaron mejor que esos supuestos lobos de pega que se me acercan.