Nochevieja
Abuelos que te obligan a tragarte todo lo que hay en la mesa, un perro sorprendentemente miedoso, la satisfacción por ello, tragarte el aburrimiento y los especiales navideños horteras, coger un libro y empezar a leer mientras suplicas que al Ipod no se le acabe la bateria, maldecir a dicho aparato, sentir la nostalgia, querer tenerle al lado, verle en el móbil a través de un vídeo, repetir las grabaciones donde aparece como si no hubiera mañana, fer un pensament, irse a casa, desear silencio, apagar el móbil e irse a la cama.
Navidad
Despertarse con tu hermana molestando, querer dormir más, esconderte tras las sábanas, saber que tus piernas no te sostienen, irse al baño, salir de él sin ver nada, echar un vistazo rápido al comedor, tirarte en el sofá a esperar a que venga el resto, domir unos segundos, una feliz presión familiar, paquetes que se abren, papel de regalo que se rompe, ver muchos libros y recordar que tienes lecturas obligatorias de la universidad, maldecir por lo bajo, volver a tu cuarto, encender el móbil, ver ese mensaje y esa llamada de esa persona, sonreír, responder... y que tus padres te regalen un regalo de moralidad cuestionable que te hará pasar vergüenza delante de esa persona.
Dilema del día:
¿Esconder o no esconder ese calendario? E ahí la cuestión.
Abuelos que te obligan a tragarte todo lo que hay en la mesa, un perro sorprendentemente miedoso, la satisfacción por ello, tragarte el aburrimiento y los especiales navideños horteras, coger un libro y empezar a leer mientras suplicas que al Ipod no se le acabe la bateria, maldecir a dicho aparato, sentir la nostalgia, querer tenerle al lado, verle en el móbil a través de un vídeo, repetir las grabaciones donde aparece como si no hubiera mañana, fer un pensament, irse a casa, desear silencio, apagar el móbil e irse a la cama.
Navidad
Despertarse con tu hermana molestando, querer dormir más, esconderte tras las sábanas, saber que tus piernas no te sostienen, irse al baño, salir de él sin ver nada, echar un vistazo rápido al comedor, tirarte en el sofá a esperar a que venga el resto, domir unos segundos, una feliz presión familiar, paquetes que se abren, papel de regalo que se rompe, ver muchos libros y recordar que tienes lecturas obligatorias de la universidad, maldecir por lo bajo, volver a tu cuarto, encender el móbil, ver ese mensaje y esa llamada de esa persona, sonreír, responder... y que tus padres te regalen un regalo de moralidad cuestionable que te hará pasar vergüenza delante de esa persona.
Dilema del día:
¿Esconder o no esconder ese calendario? E ahí la cuestión.
Feliz Navidad
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