Cuervo
Hoy mi mente me ha jugado una mala pasada... Parece no tener final.
Durante todo el día tan sólo he visto cuervos, pajarracos grandes y negros que no dejaban de chillar. Me pitaban los oídos, picoteando ese caparazón que siempre llevo conmigo y que en momentos como éste parece servir tan poco.
Hoy, después de tanto, no puedo respirar.
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