Tal vez sean las hormonas, tal vez sea algún libro que me ha marcado, tal vez sea que ayer salí con buen gusto de boca o puede que sea porque me siento en mi sitio por primera vez.
No paro de sonreír.
Y es inusual, raro, extraño, desconocido... pero condenablemente divertido. Me siento más real, más palpable, más conectada con aquello llamado realidad; aunque ésta sea gris. La única diferencia es que, a pesar de que cueste pronunciarlo en voz alta, puedo asegurar que ahora no tengo por qué afrontarla yo sola.
Sentir, de momento, ya es un paso. ¿Es felicidad lo que estoy experimentando? Es... raro. No estoy acostumbrada.
Me tiemblan las piernas, los dedos centellean en el teclado, mis ojos parecen brillar más, el pecho ha dejado de doler y mi mente intenta asimilar todo lo sucedido en sólo dos meses. Han aparecido como un rayo, como un huracán y me han puesto el mundo del revés. Me han roto los esquemas.
Incluso han hecho que me sea más fácil volver a tener contacto con almas pasadas que ya consideraba perdidas. Esto no es normal, no es lo mismo de siempre, no es lo que yo pensaba... pero me gusta, me gusta mucho.
Un conejo y un pájaro me han roto los esquemas. ¿Los seguirán rompiendo de aquí en adelante?
Guapa ! te quiero! =) un beso
ResponderEliminarEspero que hallas encontrado un auténtico oasis en el desierto y no sea solo un espejismo. Disfruta de la, a falta de una palabra mejor, felicidad.
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