Siento una palabra que me golpea el pecho:
Basta, basta, a ritmo de tambor.Siento un temperamento que azota el alma,
es la tormenta tras la calma.Siento un capricho en el cuerpo,
Carpe Diem de los difuntos.Siento el ansía de la creación
en forma de tinta y papel.Siento el razonar de la Parca,
la charla de los vivos.Siento el deseo de ahogarme
tras las aguas que rugen.Siento el cerrar de las puertas
y el abrir de las ventanas.
Siento el juego de las llamas
y la muerte helada.
Siento el aullido de la luna,
la oportunidad de un nuevo día.
Siento la vanidad de los dioses,
la vulgaridad de los mortales.Siento una melodía triste,
al baile de otra alegre.
Siento la veracidad de la sonrisa,
como el enigma en la mentira.
Siento el ardor del dolor,
la elevación del afecto.
Siento el brillo en la mirada,
la sangre exclamando ¡vida!.
Siento la excitación en la batalla,
la serenidad del sueño.
Siento la bruma,
el fantasma,
el imposible,
el aliento...
... que empuja este cuerpo.
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