Siento ya desde hace mucho tiempo que un latido de hielo y fuego me está controlando, me está ahogando, me está llenando de una fuerza extraña.
Me miro al espejo y no me reconozco, no sé cuál es la criatura de al otro lado del espejo: pétrea y en apariencia tan imperturbable. Tal vez es un fénix, tal vez es fuego o quizá hielo...
Me miro al espejo y no me reconozco, no sé cuál es la criatura de al otro lado del espejo: pétrea y en apariencia tan imperturbable. Tal vez es un fénix, tal vez es fuego o quizá hielo...
Y la escarcha me petrifica... me ofrece una coraza impenetrable. Y el fuego me mueve... me prende de fortaleza.
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