Nunca había experimentado esto.
Sólo fue una vez... y ni siquiera alcanzó la realidad.
Cada respiración es un poco más pesada,
cada dolor un poco más agudo.
El tiempo pasa lentamente,
como si jamás alcanzara un final.
A tu lado todo corre rápido,
si no mi alrededor se relantiza.
Las máscaras empiezan a ser intolerables,
las sonrisas cobran vida propia.
Ya no hay un antifaz que cubra
este rostro muerto durante años.
He caído en la trampa más antigua,
la que tantas veces intenté evitar.
Por eso llego a preguntarme:
¿qué has hecho para conseguirlo?
Aparecen miedos e inseguridades,
nuevas e inexpertas.
Me hacen ser humana, me...
obligan a sentir temor a la pérdida.
Me miras a pesar de todo el valor
que yo pueda atesorar.
Entonces todo se desmorona,
cayendo en la cuenta de que no puedo mentir.
Sin pretenderlo me obligas a ser
mejor persona de lo que he sido:
más real, más cercana, menos imposible
y un sueño que poder cumplir.
Cada pensamiento te lo dedico
como dulces versos,
los cuales creía perdidos, imposibles;
para alguien como yo.
Los días pasan, las horas se gastan, los segundos se agotan y esto, sin embargo, no muere. Sigue ahí, palpante, creciendo a cada momento como si no hubiera mañana.
No lo había previsto...
y me gusta.
Si ya te lo dije yo que eras una adorable princesita cubierta con una oscura máscara =)
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