Estoy a
solas en mi cuarto
Ebria de
soledad, borracha de música,
Sobria de
amores y curada en decepciones
Sylvia me
mira con cara triste,
Me delira
el aire, mi cuerpo balancea
Poesía,
versos…
Creo que lo llaman esa hambre.
Y me
paso la noche divagando
Con la
cabeza embotada
Y la
mente surcando recuerdos
Que quizá
nunca fueron.
Me encuentro
en mi cama
Cuando la
noche apunta a las tres
Y el tic-tac,
tic-tac…
Me sorprende
con los brazos cruzados,
Las piernas
abiertas y el cuerpo
Erguido al
querer saltar, acabar,
Cortar,
sangrar, respirar, desaparecer, expirar.
Pero no,
las sombras no llegan.
Otros
tiempos más oscuros fueron…
El orgullo
me levanta y el hondo
Agujero del
oído me taladra las entrañas.
La vida
palpita.
Porque la
tierra estalla entre las piedras,
El fuego
baila entre las llamas, el aire aboca paso
y el
agua devora las rocas.
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