Hay partes de ti misma que te encantaría hacer desaparecer. Cosas que pensaste que estarían bien y que lo arreglarían todo de un sólo... movimiento. Luego te cojen, te miran con ojos desorbitados y te das cuenta de que sólo querías llamar la atención.
Pero una parte de ti, muy pequeña, enana, quiso que lo probarás, por saber si... En fin, si todo sería más llevadero, más fácil.
...
Contarlo todo. Yo... no lo sé.
No, sabes que no lo has hecho.
Lea me mira acusadora.
¿Se lo contarás?
Cath se ríe a mi costa.
Iros un poco a la mierda las dos, ¿queréis?
Hay cosas que no contarías a nadie por miedo a hace daño... pero que en el fondo quieres expresarlas, no por desahogarte, sino por ser sincera. Para que, por una vez, no ser tan increíblemente falsa.
No obstante, ni siquiera sé si debería.
Al fin y al cabo, era muy pequeña e inexperta. No era como ahora, que puedo meditar bien lo qué ocurre y no tomar, necesariamente, decisiones drásticas.
Incluso las personas que saben que una vez estuviste a punto de hacer algo extremo siendo tan pequeña, ya no se acuerdan. Porque está claro que los malos recuerdos hay que bloquearlos, no es preciso recordarlos.
Ya me lo decían los mayores... No juegues con cuchillos, C.