Tenías que ser precisamente tú, ¿no?

Siempre nos hemos apreciado mucho. Siempre hemos sido, desde nuestra particular visión, unos idealistas... Has sido un apoyo enorme para mí. Un orgullo, un modelo a seguir.

Viniste hecho polvo, buscando consuelo, en un hombro donde llorar. Me lo contaste todo, cómo te sentías, qué era lo que nunca harías...

...

... y me mentiste.

"Sí, te lo diré", "sé que puedo contar contigo", "no miento, ¿acaso no me conoces?" ... Basura. "Nunca haría eso". Basura y más basura.

Tenías que ser precisamente tú, ¿no?

No me duele el acto en sí, sino la mentira. ¿Te crees que soy gilipollas? ¿Que no me enteraría? Ya no tengo cinco años, ¿sabes? Ya no puedes sonreír y hacer ver que todo está bien.

Tenías que ser precisamente tú, ¿no?

Ahora sé lo que vale tu palabra. Mi confianza no creo que vayas a recuperarla fácilmente. No soy de ese tipo de personas que con un "lo siento" ya la tienes de nuevo comiendo de la palma de tu mano. En cuanto a las mentiras, soy rencorosa.

Tenías que ser precisamente tú, ¿no?

Dime, ¿qué crees que pensaría tu hermano si te viera?

Pero no te diré eso, sería caer muy bajo por mi parte... y A. no tiene la culpa. Si de algo tiene la culpa, es de ser un ángel con una enorme bondad. Así que no le meteré en esto, al menos yo no.

¿Qué se supone que tengo que hacer ahora cuando te vea? ¿Sonreírte como siempre? ¿Hacer que todo está bien? No creo que pueda, ¿sabes?

No me mientas, no nos mientas. Ni se te ocurra. Puede que con los demás te sea fácil, pero conmigo no creas que lo será tanto. Mi confianza la has perdido, allá tú para recuperarla.

...

Joder, ¿tenías que ser tú? ¿Precisamente tú?